Hoy me duele el alma, fue lo que pensé al levantarme de la cama, entonces, con firme determinación, me dispuse a hacer lo que uno hace cuando le pesa el alma: despellejarla un poco para que se regenere. Personalmente las únicas maneras que conozco de hacer eso son la música y la poesía (y el sexo, con un poco de ayuda). Así que mientras estoy con los audífonos escuchando música que se clava como un puñal en la espalda, voy leyendo poemas que lo van girando. Comienzo con este que encontré por casualidad en el Twitter. Se llama "Me sobra el corazón" del poeta español Miguel Hernández y plasma a la perfección las mañanas horribles en las que me siento desechable y exhausta (como hoy) Me sobra el corazón Hoy estoy sin saber yo no sé cómo, hoy estoy para penas solamente, hoy no tengo amistad, hoy sólo tengo ansias de arrancarme de cuajo el corazón y ponerlo debajo de un zapato. Hoy reverdece aquella espina seca, hoy es día de llantos de mi reino,
Eve Mjk
Yo tampoco sé nada y no lo ando presumiendo como Sócrates.